CASA DE FORMACIÓN DE FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA
La Casa de Formación del Convento San Francisco es un espacio privilegiado donde los jóvenes que sienten la llamada de Dios a seguir a Cristo según el espíritu de San Francisco de Asís comienzan y fortalecen su camino vocacional. Es un hogar donde se aprende a vivir en fraternidad, en sencillez de vida y en servicio a los demás, enraizados en la realidad social, cultural y espiritual de Bolivia.
Un camino de vida evangélica
La formación inicial franciscana es un proceso integral que no solo prepara para la vida religiosa, sino que busca formar discípulos de Cristo que vivan el Evangelio con alegría y radicalidad. Se cultivan las dimensiones humana, evangélica, mística-fraterna y misionera, para que cada hermano sea testigo de paz, justicia y reconciliación..
Un camino de vida evangélica La formación inicial franciscana es un proceso integral que no solo prepara para la vida religiosa, sino que busca formar discípulos de Cristo que vivan el Evangelio con alegría y radicalidad. Se cultivan las dimensiones humana, evangélica, mística-fraterna y misionera, para que cada hermano sea testigo de paz, justicia y reconciliación.
Desde el inicio, los formandos son invitados a:
- Crecer como personas libres, responsables y maduras.
- Vivir una conversión constante a la luz de la Palabra de Dios.
- Profundizar en su relación personal con el Señor.
- Aprender a amar y servir en fraternidad, siguiendo el ejemplo de San Francisco.
Etapas del proceso formativo
El camino formativo está estructurado en varias etapas, cada una con su propio objetivo y riqueza:
Aspirantado – Promoción Vocacional
Tiempo de discernimiento y acompañamiento, donde el joven conoce la vida franciscana y comienza a descubrir si este es el camino al que Dios lo llama.
Postulantado
Primer compromiso formal con la vida franciscana. Se profundiza en la oración, la vida fraterna y el conocimiento del carisma.
Noviciado
Etapa central e intensa de iniciación a la vida consagrada, marcada por la oración, el estudio y la experiencia comunitaria. Aquí el candidato vive un tiempo de retiro y discernimiento profundo, preparándose para su consagración.
Profesión temporal
Período de compromiso público con la Regla y vida franciscana, donde el hermano continúa su formación hasta la Profesión Solemne. Es un tiempo de maduración y preparación para asumir definitivamente la vocación.
Formación para la misión
En nuestra casa formativa, la vida no se limita a los muros del convento. Los hermanos participan en misiones pastorales, actividades con jóvenes, acompañamiento a comunidades y acciones solidarias, especialmente con los más pobres y excluidos. La espiritualidad franciscana nos impulsa a vivir “en salida”, como heraldos de paz y bien.
Atentos a los desafíos de hoy
Formar un hermano menor hoy significa también prepararlo para responder a los grandes desafíos de nuestro tiempo:
- El compromiso con la justicia social y los más necesitados.
- El cuidado de la creación, siguiendo el ejemplo de San Francisco y el llamado de Laudato Si’.
- El diálogo con la cultura y la diversidad de nuestro país.
- El uso responsable de las tecnologías y medios de comunicación.
Un camino que dura toda la vida
La formación no termina con la Profesión Solemne. San Francisco nos recuerda que debemos “comenzar siempre de nuevo”. Por eso, la formación permanente es parte esencial de la vida franciscana, ayudándonos a mantener vivo el fuego del primer llamado y renovando día a día nuestro compromiso con Cristo y con la fraternidad.
La Casa de Formación del Convento San Francisco es, ante todo, un lugar donde Dios transforma vidas, un taller de fraternidad, y una escuela del Evangelio. Aquí, los jóvenes aprenden a ser hombres de oración, de paz y de servicio, siguiendo las huellas de San Francisco de Asís.